Lozano Sidro aparece como un excepcional observador del mundo social del primer cuarto de siglo. Así, en sus obras sobre la alta sociedad nos describe caballeros de levita y chistera, y damas envueltas en boas de marabú fumando en largas boquillas en fiestas y paseos, con un gran sentido crítico. Los escenarios, los interiores de grandes casas y palacios donde tienen lugar las recepciones y fiestas de sociedad aparecen reflejados en su obra con un gran realismo.